NOCHES FILARMÓNICAS. QUINTETO ATLÁNTIDA 2019

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Fotos cedidas por Manuel González Durán

EL QUINTETO ATLÁNTIDA DEJÓ UNA VEZ MÁS SU BUEN HACER, EN UN CONCIERTO DE NOCHES FILARMÓNICAS DEL CENTRO FILARMÓNICO EGABRENSE, EL PASADO 13 DE SEPBRE. 2019.

El Centro Filarmónico Egabrense, reinicia una temporada más, la 2019-20, su ciclo de Conciertos, tanto para futuros músicos como para los ya consagrados. El pasado 13 de septiembre abrió las puertas de su Sala de Conciertos a una formación joven, el Quinteto de Viento “Atlántida”, que ya en igual fecha, 13 de septiembre, el año pasado se presentaron en Cabra, con una formación “Cuarteto con piano”, siendo este año sustituido el teclado por un flautista. Entonces hicieron un “Concierto de Música de Cámara” con Mozart y Beethoven y ahora los compositores han sido del siglo XIX y XX, con obras muy idóneas para el lucimiento de los instrumentos que componen el actual quinteto, como demostraron en su gran actuación al igual que hicieran en 2018.

Presentó el concierto el Vicepresidente Vicente Valverde García (a quien se debe estas Noches Filarmónicas, que las creó), por viaje del Presidente, comenzando con la triste noticia de la pérdida en este mismo día, de la que fuera componente y compañera del Coro del Centro Filarmónico Egabrense, Carmelita Moreno Vázquez, a los 90 años. Cedió la palabra a un conocedor de la figura de Carmelita, José Manuel Molina Guarddon, exdirector artístico y musical, con la que había convivido artísticamente desde la niñez, era 5 años mayor que él, quien hizo una semblanza de Carmelita y dijo de ella “que aunque autodidacta, pues no había aprendido canto con ningún profesor ni en conservatorio, llegó a tener una espléndida voz privilegiada de soprano, sin casi “vibrato”, pues el que tenía era rápido y corto, como a él le gustan las cantantes, llegando a cantar una canción, acompañada por la Orquesta Nacional de España, alusiva a Lope de Vega, compuesta para tal personaje en un homenaje a su figura, en una de las veces que el Centro Filarmónico Egabrense estuvo en Madrid en las Concentraciones Corales del 1º de mayo. Esta noche es inolvidable para toda la familia filarmónica, por la desaparición de Carmelita Moreno, quien había sido una persona muy importante durante muchísimos años en esta Casa de la Música. Ha sido y será una figura histórica”. Y yo añado a las palabras de José M. Molina, que Carmelita llevaba la música en la sangre, pues pertenecía a una saga de músicos, los hermanos Moreno Vázquez (José y Damián), que han conformado este Centro Filarmónico de Cabra. Varias de las salas de la Casa filarmónica llevan sus nombres.

Seguidamente se pasó al concierto con el ya dicho Quinteto de Viento “Atlántida” y al no haberse editado programa de mano, uno de los componentes mencionó las obras y compositores.

 

Comenzó con “Pavane” Op. 50 de Gabriel Faure (1845-1924) compositor francés muy conocido por su “Requiem”. Fue una obra corta, lenta, pero suficiente para “ver” como estos jóvenes “manejaban” sus instrumentos. Primeros aplausos.

El fagotista Rafael Pérez dijo a continuación las obras y compositores así como los componentes del quinteto, que fueron los que siguen, quienes a modo de pequeño currículo relaciono:

FAGOT-Rafael Pérez, nacido en Córdoba en el 2.000 que estudia en el Conservatorio Superior de Aragón (Zaragoza). Ha sido miembro de las Orquestas Jóvenes de Córdoba, Andalucía, de la Academia Barenboim y de la Joven Filarmonía Leo Brouwer de Córdoba. Ha ganado varios premios de interpretación y de música de cámara.

TROMPA-Adrián Ríos, nace en Aguilar de la Frontera en 1999 y realiza actualmente sus estudios en el Conservatorio Superior de Málaga. Es miembro de la Joven Orquesta de Córdoba y de la Academia Internacional Galamián. Ha pertenecido a otras orquestas jóvenes.

CLARINETE-Fernando Espino, nacido en Córdoba en el 1998. Ahora estudia en la Escuela Superior de Música de Cataluña. Es miembro de las Jóvenes Orquestas Nacional de Cataluña y Sinfónica de Barcelona. Ha ganado dos concursos de interpretación.

FLAUTA y piccolo-Jesús Roldán, nació en Herrera (Sevilla) en el 2000 y estudia en el Conservatorio Superior de Aragón (Zaragoza). Fue titular de la Orquesta Joven de Córdoba y pertenece a la bolsa de la Orquesta Joven de Andalucía. Ha ganado dos concursos de interpretación.

OBOE-Natalia Gavilán Quero, nacida en Cabra en 2003 ha finalizado 5º curso en el Conservatorio Profesional de Lucena. Es miembro de la Orquesta Joven de Córdoba. Desde 2017 pertenece a la Academia de Estudios Orquestales de la Fundación Barenboim-Said y para este año ha sido ya seleccionada para la Academia de la Orquesta Ciudad de Granada y Orquesta Joven de Andalucía. Ha obtenido varios primeros premios y segundos en concursos.

Realizaron un concierto de música, muy adaptadas las obras al tipo de instrumentos del quinteto. Tras la Pavane del Preámbulo, pasamos a un compositor francés que fue flautista, Claude-Paul Taffanel (1844-1908) del que escuchamos de su “Wind Quinteto” en G minor (sol menor) los dos primeros movimientos, en los que los jóvenes músicos hicieron una perfecta ejecución con el dominio de su instrumento, en la que observamos como “bordaban” sus partes “cantabiles”. El 2º mov., lento, fue precioso en esta obra del romanticismo. Muchísimos aplausos.

Un pequeño descanso y a por la obra siguiente, que se trataba de música del siglo XX, menos oída y más adaptada a gustos modernos, casi “jazzísticos”, música contemporánea con algunas disonancias, en la que se lucieron por la pulcritud de hechura. Fueron las “Seis bagatelas” del gran compositor rumano Gyorgy Sandor Ligeti (1923-2006), que también ha compuesto para el cine (2.001. Una odisea en el espacio y otros films) y para los operistas “Le Grand Macabre”. También fueron exhibicionistas, con distintos movimientos en cada una de ellas y dificultades técnicas y de ejecución. Se oyeron bravos, entre los aplausos.

Para despedirse de esta segunda incursión en Cabra, primero se repitió la 1ª bagatela, tan rítmica y después nos hicieron una obra española, muy adaptada a ser “palmeada”, como así fue: el pasodoble taurino “Amparito Roca” del barcelonés Jaume Teixidor, que nada tenía que ver con lo anterior, pero que agradó. A mí me recordó como el público, en todas las partes gusta de hacer palmas, si vienen al caso. He visto el concierto veraniego titulado “Músicas en fiesta”, que todos los años se hace en Francia en el Teatro Romano de Orange (“Choregies d’Orange”) y varios trozos musicales de la Ópera “Carmen” de Bizet, han sido acompañados con palmas por el público francés, que “abarrotaba” el Teatro Romano. Los artistas, tras su exitosa actuación fueron despedidos por el público, con fuertes aplausos. Esperamos se repitan estos conciertos de “Noches Filarmónicas”, para deleite del público egabrense.

Rafael Nieto López.