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NOCHES FILARMÓNICAS. DANIEL CARMONA 2018

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Fotos cedidas por D. Manuel González Durán

EL PIANISTA DANIEL CARMONA GÓMEZ, HIZO UNA ACTUACIÓN DE LUJO, EN EL CENTRO FILARMÓNICO EGABRENSE.

Tal como se denominó su programa “Suite Deluxe”, así fue la comparecencia del pianista manchego Daniel Carmona, de lujo, egabrense por línea materna, en el Concierto que presentó en las Noches Filarmónicas del Centro Filarmónico Egabrense.

La Sala de Conciertos “Maestro Moral León” de la institución musical de Cabra, acogió anoche 20 de octubre a este pianista, que pisaba por tercera vez el C.F.E. que programó a Bach, Brahms y Ravel, en unas obras en las que las danzas cortesanas eran la esencia.

Daniel Carmona inició sus estudios musicales pianísticos en el Conservatorio de Alcázar se San Juan (Ciudad Real), su ciudad natal, dónde ha realizado los grados elemental y profesional. El grado superior lo realizó en el Conservatorio Superior de Castilla-León de Salamanca, haciendo allí varios “masters class”. También realizó el Curso de Postgrado en el Conservatorio de Aragón de Zaragoza. Continúa su formación en un Master de Interpretación solista, con el famoso pianista Josep Colom, en el Centro Superior de Enseñanza Musical “Katarina Gurska” de Madrid.

Como concertista ha tocado en las provincias de Salamanca, León, Ávila, Toledo, Ciudad Real, Madrid y Córdoba, destacando entre los numerosos recitales los interpretados en el Palau de la Música de Valencia, Auditorio Centro del Palacio Cibeles de Madrid, clausurando el ciclo los Nocturnos de Cibeles, el Centro Municipal Integrado de Gijón, dentro del Gijón Internacional Piano Festival y el Teatro “Juan del Enzina” de Salamanca, cerrando el ciclo Musicalia.

Interesado en la docencia compagina sus estudios y su carrera solista y de Música de Cámara, con su actividad de profesor de piano en la Escuela Privada “Musicay” de Salamanca.

El 13 de mayo de 2016 hizo su aparición en Cabra en un concierto a Dúo, con su hermana Marta, que denominé “La pulcritud en la interpretación de un concierto” y en el que el piano fue tocado a 4 manos en una serie de obras específicas.

Y ya en el año pasado, el 21 abril, Daniel hizo su segunda aparición realizando una brillante exhibición. De este concierto, en el programa de mano de anoche se hizo una reseña de mis palabras sobre Daniel, que agradezco, en las que menciono mi parecer sobre este artista: “Daniel Carmona demostró, como lo había venido haciendo, que es un pianista de categoría, pues bordó tanto los tiempo lentos, con pasión, como los “allegros” y “vivaces”, en que sus manos “volaban” por el piano con una perfección total. Brillante exhibición pianística”. (La Opinión de Cabra. Abril 2017. Rafael Nieto López).

 

 

Con una buena entrada de público, entre el que había familiares y amigos del pianista, el presidente del C.F.E. Manuel Molina Jiménez, hizo primero una reseña curricular de Daniel.

Después el concertista nos ilustró con sus palabras, sobre las obras que iba a interpretar, para que supiéramos sobre ellas datos de las mismas.

Se sentó al piano, que sabemos ha sido restaurado por Leonés de Jaén, y el Kawai sonó, como ya lo hizo en las pasadas Noches Filarmónicas, espléndido y más en las manos expertas de Daniel Carmona, con las que los sonidos desde la tecla más grave a la más aguda, se escuchaban afinadísimos.

El programa en el que la danza, las danzas cortesanas, estaban omnipresentes, se realizó con dos pequeños descansos y así comenzó con Juan Sebastián Bach (1685-1750) en la que su “Suite francesa nº 5, BWV 816” tan barroca, nos llevó por unos caminos clavecinistas, en la que oímos sus 7 movimientos, Allemande-Courante-Sarabande-Gavotte-Bourrée-Loure-Gigue. Un silencio total (ni toses, ni móviles, ni nada de nada) acompañó esta magnífica interpretación. Sólo se oyeron las palmas y algunos bravos al finalizar el pianista.

Después, Johannes Brahms (1833-1897) aportó “7 Fantasías, Op. 116” y nada más empezar con “Capriccio. Presto energico (re menor), la grandiosidad de la música del alemán nos recordó su música del último período del romanticismo. Estas 7 Fantasías denominadas “Capriccios” o “Intermezzos” son una colección de estados de ánimo, no danzas, melancólicos, tempestuosos, en los que hubo una exhibición del pianista, con pianísimos, fortísimos, dentro de los cánones más exigentes. Una espléndida actuación.

Y por último Maurice Ravel (1875-1935) puso en el teclado “Le tombeau de Couperin”, un homenaje al músico barroco Couperin. Que bella música francesa dedicada a este músico francés, con las características armónicas actuales. Hizo su partes denominadas Prelude-Fugue-Forlane-Rigaudon-Menuet-Toccata, el pianista de Alcázar de San Juan, dejándonos una vez más sorprendidos por la magnífica interpretación, aunque ya vislumbramos, que como era de esperar, esta actuación superase a las anteriores, por la formación del artista en este período de tiempo de dos años.

Hubo dos bises. El primero fue “El Albaicín” de la “Suite Iberia” de Isaac Albéniz, que es una colección de piezas de gran dificultad. Estuvo maravilloso. No tiene que envidiar a nadie. Aquí en Cabra tuvimos la suerte de escucharla completa, hace unos años, a Guillermo González, en el Teatro “El Jardinito”. Y cerró la noche con una composición suya “Preludio”. Preciosa. Las palmas certificaron su actuación.

Tras sus saludos al público, recibió un obsequio de manos del presidente del C.F.E., una lira de metal, en agradecimiento por su concierto y que de ahora en adelante, servirá con tal motivo, para los artistas que actúen en Noches Filarmónicas.

Rafael Nieto López.