NOCHES FILARMÓNICAS. DAVID VARGAS (saxofón) RAFAEL SABARIEGO (piano). 2011

A las 21 horas en el Salón de Conciertos del Centro Filarmónico Egabrense tuvo lugar un RECITAL DE SAXOFÓN Y PIANO, por dos emergentes músicos, uno de Baena, David Vargas Moraga y otro egabrense, más conocido por estos lares, Rafael Sabariego Padillo, dentro del Ciclo NOCHES FILARMÓNICAS DEL C.F.E.

David Vargas, saxofonista, está terminando su carrera de grado superior en el Conservatorio de Córdoba, pero por su actuación parece que la tiene más que terminada, pues hizo una verdadera exhibición con el instrumento inventado por Adolphe Sax. Por su historia musical vemos que es Maestro de Educación Musical, pertenece a la Banda de Música “Cancionero de Baena” de su ciudad natal y a la Coral de Baena, compone algunas obras, entre ellas marchas procesionales ya editadas en CD y es o ha sido profesor de saxofón en las Escuelas Municipales de Música de Doña Mencía, Castro del Río y Priego.

Rafael Sabariego, pianista del C.F.E. ya he escrito mucho de él y como resumen de lo dicho, actualmente estudia Grado Superior en el Conservatorio de Córdoba y Grado Profesional de Órgano en el Conservatorio “M. Carra” de Málaga. Como pianista acompañante lo hace bastante bien, con voces, o instrumentistas, como ha sido el caso de este concierto, en el que el piano dialogaba con el saxofón a la misma altura.

Pusieron: Pastorale (Haendel), Tambourin (Rameau) –me encantan las óperas de este compositor-,Musette de Taverny (Couperin), Castor et Pollux –Passepied- (Rameau), Allegro de la 3ª Sonata para flauta y piano (Haendel) –arreglo-, Suite en si mineur –Badinerie- (Bach), Chanson de printemps (Mendelssohn), La Reine de Golconde –Gavotte- (Monsigny), Ballet des petits riens –Gavotte sentimentale- (Mozart), Petite Valse (Beethoven), Petite Valse et Tyrolienne (Weber) (luego sería el bis), Allegretto brillante (Demersseman) y la “Suite Hellénique” de Pedro Iturralde.
Puedo decir que se desarrolló en un clima de euforia (palmas y bravos) motivado por la actuación de los intérpretes, la belleza y la alegría de la música que se oía (qué compositores de altura eligieron) y la mezcla del público baenense-egabrense, que hicieron una buena entrada en el Filarmónico.

Al finalizar el concierto los artistas recibieron, como viene siendo tradicional, un diploma recuerdo de su actuación en el Ciclo Noches Filarmónicas del C.F.E. que se viene consolidando.



La foto  que ilustra esta crónica pertenece a mi buen amigo Manuel González Durán, artista que con su cámara contribuye en Cabra a la difusión de numerosos actos.

Rafael Nieto López